Han pasado ya 30 años desde que John Carpenter rodó “The Thing” y se convirtió en una película de culto. A su vez, este filme ochentero era un remake de “El enigma de otro mundo”, un clásico de la ciencia-ficción de los años 50 producida por Howard Hawks. Ahora en 2011 podemos ver esta precuela del clásico de Carpenter que, aunque es una buena precuela parece más un remake encubierto.
Una paleontóloga viaja a una remota base de la Antártida cara colaborar con un equipo de cientíicos noruegos que han encontrado una nave alienígena enterrada en el hielo hace millones de años. Allí rescatan congelado una forma de vida desconocida. El problema empieza cuando esa forma de vida despierta de su letargo y es capaz de adoptar la forma de cualquier ser vivo.
Varias virtudes de la precuela son muchas referencias a la original, de hecho, el final tiene total coherencia con el clásico de Carpenter, todos los cabos son atados y todo queda muy bien unido, con lo cual, los fans de la original estarán (estamos) muy contentos. Aparte, en esta precuela conocemos nuevos detalles de la criatura, como su forma inicial (aunque podría ser la imitación de otro ser) e incluso podemos indagar en el interior de la nave estrellada.
También están geniales los efectos especiales hechos con CGI, creo que es lo único que mejora con respecto a la original. Los efectos hechos por ordenador dan nuevas posibilidades a la hora de aterrarnos con horripilantes monstruos mutantes que adoptan formas imposibles y dan una grima impresionante.
Ahora toca hablar de los defectos. Es imposible no comprarla con la original, de hecho parece que la precuela repite exactamente la misma fórmula: misterio al principio, ataque del monstruo, el monstruo les mata uno a uno y enfrentamiento final del prota, en este caso, la chica. Y es que si has visto la original, esta precuela pierde misterio, no tiene tanta angustia y paranoia como la de Carpenter. Al poco de empezar ya tenemos a la criatura matando a gente y suplantando sus identidades. Ya no hay tantos parones de conversación como en la primera, sino que casi todo es acción pura y dura (menos tensión, más adrenalina; cuestión de gustos supongo).
No podía faltar la mítica escena de eliminación para saber quién es la cosa y quién no. Rescatan ese guiño a la original de forma… original, seguida de una escena muy bestial. Ciertamente, la mejor parte de la película.
En definitiva, es una precuela inferior a la original, pero si evitamos las compraraciones nos encontramos con una película de ciencia-ficción muy superior a los bodrios que suelen sacar todos los años. Además los fans se alegrarán ya que es muy respetuoso con La cosa de 1982.
NOTA: 7,5/10
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