Cuando salí del colegio en dirección a mi casa por la avenida Pío XII, me esperaba una tarde tranquila y soleada. Me acababan de dar una de esas charlas de orientación universitaria en la hora de tutoría y empecé a plantearme qué estudios quería cursar después del bachillerato y cómo afectarían éstos a mi futuro.
Vi ante mí el Hexágono, la facultad donde impartían las carreras de ciencias de la Universidad de Navarra. Esta construcción, de ladrillos marrones y grandes dimensiones, presentaba una extraña forma hexagonal y estaba situado frente a la Clínica Universitaria, justo al lado del campus. Dejé que mi imaginación volara y me llevara junto a los cientos de alumnos que diariamente recorrían sus aulas, cargados de libros y de utensilios de laboratorio. Bajo el pintoresco edificio se situaba un amplio aparcamiento que daba cabida a los coches de los numerosos estudiantes y profesores que se desplazaban hasta ahí todos los días.
Muchos alumnos de esta facultad decidían residir en el Colegio Mayor Larraona, ya que se encontraba a pocos metros calle arriba. Su color beis reflejaba la luz del sol, lo cual le otorgaba un aspecto brillante. Las ventanas de su pared frontal miraban al patio, donde se emplazaba el campo de fútbol. Por su pared lateral trepaban varias hiedras que se entrelazaban y escalaban por el muro, dándole un aspecto salvaje.
Los alumnos del Hexágono aplicaban sus conocimientos en la Clínica Universitaria, situada al lado. Se trataba de un edificio de color blanco, amplio y espacioso, que tenía alrededor de siete pisos y muchas ventanas añiles, desde las cuales podía vislumbrarse parte de la calle. En la planta baja se encontraba la cafetería, donde el personal del hospital comía y descansaba. No pude evitar plantearme la opción de ser médico y trabajar allí. Al fin y al cabo, estaba estudiando el bachillerato biosanitario y tampoco era una profesión desdeñable.
Crucé aquel tímido semáforo que todos los días ralentizaba mi marcha (lo llamo tímido porque cada vez que me acercaba se ponía rojo) y continué a lo largo de la avenida de camino a mi casa. Un poco más adelante, como es habitual en Pamplona, me topé con una farmacia. El intermitente destello verde que emitía el cartel de la entrada parecía transmitirme señales del futuro. Por un segundo vi mi destino ahí. Quizá, tras acabar mis estudios, podría ejercer de farmacéutico. Me impresionó su enorme cristalera y su luz interior, que se reflejaba en el predominante color blanco de la estancia. Aun así, toda esa fuerza se perdía por el antro que había al lado, cuya negra fachada estaba llena de pintadas y suciedad en general.
Antes de llegar a mi casa me encontré con el famoso Parque de la Ciudadela. Éste vendría a ser como el Central Park de Nueva York, aunque ligeramente más pequeño. De hecho, era la zona verde más amplia de Pamplona y muchos deportistas acudían a este lugar a correr y entrenarse. En el centro se encontraba la Ciudadela propiamente dicha, construida entre los siglos XVI y XVII como fortaleza militar. Su forma de estrella de cinco puntas hacía de esta fortificación renacentista un monumento singular y uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad. Vi a la gente mayor paseando, conversando y jugando a la petanca. Así imaginaba yo mi senectud.
Tras este largo recorrido, en el que había vislumbrado mi futura vida universitaria, mi vida profesional y mi vejez, llegué a mi hogar, lo que podría considerar el cielo, mi paraíso. Podría darle un sentido más literal diciendo que cuando llegué estaba muerto: lo único que quería era tumbarme en mi cama y descansar eternamente.
4 comentarios:
¡Molas mil!
¿Me has puesto tu blog de principal? ¡Qué zorra! ¿A eso te dedicas mientras yo estoy trabajando para traer el pan a casa? xD Jo, si al menos actuarizases más a menudo...
Jajajaja tiene su gracia. Le daba a ventana nueva y me salía siempre página en blanco. Decidí cambiártela pero no funcionó y se quedó así xDDD
Pues ahora me tarda más en abrir una nueva página. Lo dejo porque sé que ESTÁS DESESPERADO POR RECIBIR VISITAS, pero pórtate bien o lo quito. :-P
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