Tras el examen fuimos a cenar a un chino situado justo enfrente de la estación de autobuses (mi vía de escape a Bilbao los fines de semana). Allí estuvimos Alvar, Marta, Edu, Iraia y yo. Vayas a donde vayas la comida china siempre es la misma. Al acabar nos sirvieron unos chupitos muy raros que no me atreví a probar, y menos al ver la cara que ponía Edu, parecía que estaba muriéndose. Volvimos pronto para casa ya que yo tenía que coger el bus de las diez al día siguiente para reunirme con Sandrusky: era su cumple.
Un finde de vageo total sin contar con la práctica que tenía que hacer de describir a Álex y comentar una de las novelas de CIE. Tres hombres en una barca de Jerome fue la afortunada en caer en mis manos. Su argumento va de tres ingleses que deciden recorrer el Támesis en una barca. Es típico humor inglés, no sé. Un poco raro. Lo importante del finde es que, desde hacía mucho tiempo, ¡¡Sandra y yo salimos a la calle!! ¡¡A pasear!! Hemos superado nuestro vicio al ordenador, lo hemos logrado, yeaaah. Paseamos por la ría de Bilbao, descrita pormenorizadamente en el post anterior y allí nos sacamos un par de fotos guays en el puente Calatrava. Hablamos de la Uni, de la Uni de otros... mandamos un amable mensajito de móvil (jajaja) Muchas cosas. Y, cómo no, HDH. Allí fuimos a cenar hasta reventarnos. Ni siquiera pedimos postre.
Al no tener el viernes, el finde me resultó muy corto y pronto puse mi culo en el asiento del bus de vuelta a Pamplona. Toca estudiar a saco nuestro querido manual de Comellas de Historia de España. ¡Menudo tochazo! Bueno, hasta aquí mis andanzas semanales; próximamente publicaré las prácticas de CIE que tan bien me han quedado jeje.
1 comentario:
Últimamente estamos que lo petamos, ¡hasta nos va a dar el sol y todo!
Publicar un comentario