lunes, 23 de marzo de 2009

Práctica de CIE 4 (La práctica de Álex)

SOLO EN LA OSCURIDAD

A primera vista, Andoni no llama la atención. De hecho, es algo que rehúye, pues prefiere pasar desapercibido que centrar las miradas de la gente, especialmente si se trata de personas con las que no tiene confianza. Es por eso que hay que conocerlo más a fondo para poder saber quién se oculta detrás de esa timidez de la que se reviste. Por supuesto, cinco meses no son suficientes para desentrañar cada aspecto de su ser, pero me daré por satisfecho si logro que se sienta identificado con este escrito.

Nació hace ya 19 años en Bilbao, en donde ha residido hasta que inició en septiembre la carrera de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Navarra. Aquí, en Pamplona, está a gusto, ni más ni menos. Vive en una residencia, en una habitación pequeña, pero suficiente, con las comodidades necesarias. ¿Echará algo en falta? Nada material, parece, pero algo lo moverá a volver a su ciudad natal cada fin de semana.

Ahí es donde se encuentra con su mejor amiga, Sandra, con quien lo comparte todo. Estoy seguro de que ella sería capaz de retratar la personalidad de Andoni con mucha más precisión, puesto que es, con toda probabilidad, la única persona que realmente ha ahondado en su intimidad. Y es que, por muy irónico que parezca, lo que desde un principio llama la atención sobre Andoni es que es una persona reservada.

Su barba característica no es otra cosa que una forma de ocultar su rostro; se siente desprotegido, casi desnudo, si se afeita. No es muy dado a charlar con gente que apenas conoce ni se siente cómodo en lugares multitudinarios, de hecho se podría decir que las aglomeraciones son su principal enemigo. Eso sí, una vez se entabla amistad con él, no tiene problema para charlar largo y tendido sobre cualquier tema, por comprometido que éste sea, sin caer en el egocentrismo, pues Andoni se caracteriza por su humildad.

En la misma línea, puedo afirmar con total firmeza que es la persona más sencilla que conozco, en el buen sentido, por supuesto. En un mundo en el que las apariencias parecen adueñarse del día a día de todos, máxime a estas edades, Andoni es como es, simple y llanamente. Habla de forma natural, escribe de forma natural… actúa de forma natural. Una forma de ser tan sincera que me causa admiración y que todo el que le conoce, de eso estoy seguro, le agradece, pues no hay nada más reconfortarte que saber que tu amigo no tiene nada que esconder.

Por supuesto, físicamente no incurre en contradicciones. Tiene el pelo negro y corto, no es ni alto ni bajo, ni gordo ni flaco y viste con colores poco llamativos. Tanto es así que, al darse cuenta de que era fácilmente reconocible por el color naranja de su abrigo, se compró uno de color negro, relegando el anterior a días especialmente lluviosos. No quiere decir, ni mucho menos, que Andoni acostumbre a gastar dinero en ropa. No le importa, como no debería importarle a nadie, que alguien pueda pensar mal de él por no tener siete abrigos y once pares de pantalones, lo cual subraya su carácter.

En otro orden de cosas, no es descabellado decir que es todo un friki. De hecho, es algo obligado, que lo define y de lo que se siente orgulloso. Pese a su connotación peyorativa, es mi intención emplear la palabra (tal y como él lo hace) para recalcar que es diferente, original y, por qué no decirlo, un tanto payaso. Tal vez hasta ahora haya dado la impresión de que es muy serio y formal. Nada más lejos. Algunos dicen que la confianza da asco, pero a mí me da risa… mucha risa. De otra forma, no habría descubierto lo simpático y divertido que es, entre chistes, anécdotas y caras extrañas.

No es de extrañar, pues, su afición por lo paranormal, a saber: ufología, criptozoología, historias sobre conspiraciones, parapsicología… Si a esto le añadimos su amor por la paleontología, desde que era un niño, sólo se puede concluir que Andoni se siente decepcionado con el aburrido mundo en el que le ha tocado vivir.

Por supuesto, una naturaleza tan aburrida es sólo sustituible por una imaginación desbordante. No en vano ha escrito hasta seis novelas que combinan las aventuras y la ciencia-ficción con tintes de humor. Además, aspira a hacerse un hueco en el mundo del cine, bien como guionista o como director, en donde le auguro un futuro de lo más gratificante. Estoy seguro de que su frescura y su capacidad creativa harán de él todo un pionero.

Por ahora, está inmerso en la redacción de un blog autobiográfico en donde descarga su vertiente literaria y cuyo nombre, Alone in the dark, no es sino una metáfora de cuál es su estado natural: tener un espacio de soledad en el que sumirse, viajar a su estrambótico mundo interior.
En conclusión, podría decir que Andoni incurre en una curiosa paradoja: parece perfectamente normal pero, una vez se lo conoce, aflora ese mundo. Un mundo que, desde la más tierna inocencia, transmite toda la alegría e ilusión que hacen de él una persona tan singular. Es tan excepcional que me apena el solo hecho de que lo sea, pues si más gente tuviera su forma de ver las cosas, su forma de percibirse a uno mismo, no me cabe la menor duda de que habría menos lágrimas y más sonrisas. Nunca le he visto triste, ni he estado triste en su compañía. Será por eso que creo firmemente que se pueden aprender muchas cosas de él. Yo lo he hecho.
¿Acaso no derrocha simpatía?

4 comentarios:

Lirio Blanco dijo...

¡¡Qué redacción más buena!! ¡Alex te ha descrito a la perfeción! ;-)

Como ves, sigo en mi línea de comentarte a las tantas. xD

Marta González Coloma dijo...

Snif, snif, Álex. Y olé también.

Olatz Goicoechea dijo...

Ohhhhhhh...
Me parece que Alex te ha cogido y te ha destripado, cerebro por un lado, visceras por el otro... ^^ La ha clavau.

Álex Garaizar dijo...

¡Gracias! :___D