sábado, 7 de marzo de 2009

El día del Patrón

4 de marzo de 2009, día del patrón de nuestra querida facultad de comunicación. Bueno, en realidad es el día 24 de enero, pero como ese día fue el examen de Economía del primer semestre pues se cambió. El caso es que había fiesta a la noche en una discoteca llamada Reverendos. Alex, Iraia y yo teníamos entradas y allá fuimos, lo único era que la fiesta empezaba a la una de la madrugada ¿qué hacer desde las ocho hasta la una? Primero ir a cenar al McDonals y comer hamburguesas y pollitos mientras Alex se entretenía lanzando con precisión sobres de ketchup contra Iraia, la cual, en vez de parecer molesta, le ofrecía más sobres con los que seguir el juego. Está salida, no paraba de decir que se tenía que liar con alguien por cojones. Esta chica…

Cenamos y tras un largo rato en el local vimos que empezaban a recoger. Oh, mierda, nos estábamos quedando solos y empezaban las indirectas para que nos fuésemos. Salimos y vimos que era aún muy pronto, no serían ni las diez y media. Paseamos largo rato, buscamos Reverendos, fuimos por los hospitales… ¿qué más podemos hacer? Alex propuso en plan de broma que fuésemos al cartel de Bienvenido a Pamplona, situado en las afueras. No sé cómo pero acabamos ahí. Fue una ardua travesía a través de medio Pamplona, pero, finalmente conseguimos nuestro preciado objetivo, hay fotos que lo demuestran.

Al igual que en la coronación de picos, si subes… hay que bajar. Volvimos por donde habíamos venido y fuimos a Reverendos. Ya era la hora pero había algo extraño en el lugar. Algo nos decía que no había nadie dentro. Esperamos sentados en un banco, a varios metros de la entrada, para poder observar quienes entraban. Nadie. Esperamos mucho tiempo hasta que vimos al primero. El potas. Poco tiempo después decidimos entrar nosotros también y, una vez dentro, pudimos comprobar lo vacío que estaba todo. Nos apalancamos y estuvimos charlando con el potas. Poco a poco la gente fue llenando el local y ya había gente en la pista. El potas preguntó si alguien quería ir a bailar, nosotros negamos pero Iraia aceptó y se fue con él. Yo y Alex nos partíamos el culo pensando en si potaría o no y movidas turbias de esas, como la de estar en clase y, de repente, se cierran todas las puertas y empieza a caer pota y sube el nivel… glub, glub… Mejor no sigo que la historia es bastante asquerosa. Luego vino Iraia y nos dijo que le había intentado dar un morreo. ¿No era ese su objetivo? Luego el potas nos dijo que sólo le iba a decir algo al oído.

Un momento de tensión fue cuando llegaron las dos y media. Iraia tenía que estar en la residencia con sus monjitas a las tres. Ella quería que la acompañásemos a la puerta, situada a una media hora de donde estábamos. ¿Media hora para luego volver? ¡Taxi! Trato de hacer que la acompañásemos usando los típicos trucos de mujer, pero no pudo con nosotros. La metimos en un taxi y pa casa. Al final llegó sana y salva, no fue para tanto. Justo cuando se fue empezó a llegar gente de clase. Allí estuvimos con Pablo, Edu, Camino… y fue cuando el potas empezó a tratar de ligar. Fue un descojono auténtico ya que usaba la técnica de la probabilidad: "meto fichas a un montón de tías y, según las probabilidades, al menos una tiene que caer". Lo intentó de muchas formas, algunas de éstas incluyen subirse la camiseta delante de una tía, la cual se quedó flipando y estuvo huyendo de él toda la noche. Mención a su frase estrella: “¡Cómo está el menú!” (observando a las tías bailando) Al parecer lo consiguió al final de la noche, usando la técnica de levantarse la camiseta. Por las cuatro y media fue cuando nos fuimos Alex y yo para casa. Fue llegar a Larraona y caer rendido en la cama.
Al día siguiente se celebraba el día del Patrón en la fCom y había actividades varias con las que pasar el rato. Estuvimos en la cafetería sacando fotos mientras Marta hacía trizas mi rana de papiroflexia y le contábamos lo de ayer. Luego llegó el chocolate caliente y un par de gominolas; y, poco después, fuimos a la sala del singstar para ver como cantaba la gente. A las siete tuvo lugar la proyección de los cortos, hechos por los de 4º de Comunicación Audiovisual, ¡qué envidia! Aún me queda un largo camino para llegar. Allí estuvimos Marta, Alvar, Santi y yo. Alex e Iraia se largaron en cuanto pudieron. Los cortos estuvieron bien, aunque fueron peores que los del año pasado. A la salida vimos al potas con la chica de ayer (la Tancredi), tres años mayor que él, alucinante. Tras eso, para la resi, cenar, subir a la 444 y fin del día. Estuvimos sacando fotos de perspectiva que quedaron muy chulas. Finalmente, para acabar bien el día, estudiar un poco del manual de historia de España y a la cama.
Al día siguiente clase y más de lo mismo hasta la noche. Decidimos salir a cenar Iraia, Alex, Javi y yo. Llovía. Lovía y era una putada, hacía un frío de cagarse. “¡Qué biruji!” como diría Napoleón al entrar con sus tropas en Rusia. Cenamos en el Museo; sí, ese sitio donde hay frito-huevo y demás cosas raras. Cenamos, pasamos un buen rato y pronto a la cama. Lo divertido es que justo me avisaron de que, al día siguiente, no había clase de literatura (fundamentos culturales de la comunicación) porque el profesor había enfermado. Como la clase quedaba anulada y la siguiente era a las 11 decidí quedarme con mi amigo seriesyonkis.com un rato más xD

1 comentario:

Marta González Coloma dijo...

¿De verdad diría Napoleón eso? Mmmm... (por cierto, es "biruji", con b, ni se te ocurra usarlo mal en CIE xDDDD)

Tú y tus seriesyonkis... La verdad es que no estuvo mal el día del patrón. Que, por cierto, a ver si actualizo yo dando mi versión personal de los hechos, jajaja.

El potas... qué personajillo. Me habría gustado ver cómo se las apañaba para ligar. Por cierto, ¡tenemos que averiguar que ha ocurrido con la de tres años más!

Muaa