Empecemos con "the arrive", la llegada a mi querida residencia: Larraona. Se ha ido mogollón de peña. Es normal que, cuando haces amigos, se vayan todos a un piso etc., yo tengo pensado hacerlo, pero no me apetece, en la resi se vive taaaan bien... Pero la cuestión es que, al llegar, todo estaba plagado de gente nueva, ¿dónde estaban los conocidos del año pasado? Pues escondidos, temiendo que los nuevos les hicieran novatadas xD
La proporción era más o menos uno por uno, es decir, 113 novatos por 98 veteranos, más o menos estábamos igualdos. Luego ya me encontré con mis viejos amigos (Javi, Pablo, Hector y demás gente) y nos parapetamos fuertemente en el segundo piso.
Las novtadas de este año... fueron bastante cebadas. En el Yamaguchi hicieron la cadeneta, se dieron un baño, hicieron flexiones... Luego fueron por todo Pamplona mojados y gritando las ya míticas frases de los larraonianos. Fue divertido ver a cien personas gritando, meterse por un extremo del Telepizza y salir por el otro, incluso también hacían calvos a ciertos escaparates y ventanales donde había gente comiendo.
Yo no hice nada, ojo, ya que sigue sin gustarme una mierda llamar la atención; además no me merecía hacer novatadas, ni a mí ni a Javi, que nos escapamos de hacerlas el año anterior. Tampoco a Kike, pero él estaba comiéndose una hamburguesa en el McDonals y pasando de todo.
Por ultimo, todos se encaminaron a las residencias de las chicas, a gritarles cosas obcenas mientras se quitaban la ropa y se la lanzaban. Las monjitas, atemorizadas de tan vil acto del demonio, decidieron, como cada año, llamar a la poli. Según me contaron el año pasado, hubo varios arrestos, y este año no era una excepción. Yo estaba huyendo con los de periodismo, y logramos evadirnos y sentarnos a descansar en un parque. Sin embargo, la policía pasó por ahí y detuvo a unos cuantos larraonianos que estaban armando jaleo. Nosotros estábamos la mar de tranquislos sentados cuando nos llamaron la atención. Caguen la mar. Por suerte sólo nos pidieron los datos, ya que parecíamos buenas personas, y no nos metieron al furgón como a dos o tres. Luego vi al pobre Kike, aún con su hamburguesa en la mano, que no se coscaba de lo que pasaba. En fin, menudo primer día xD
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