Si el otro día hablaba de personajes de la facultad ahora es el momento de hablar de la gente más peculiar de Larraona. En mi residencia hay mucha gente loca. Tenemos a un hiperactivo que no para quieto ni un segundo, Diooos, como pone de los nervios.
Luego hay otro que debe ser un pajillero cagón, que al parecer, y según nos contaba Jose Luis, nadie podía entrar en su habitación porque huele a auténtica mierda. No es cierto, yo estuve en su cuarto el otro día con Javi y Kike y solamente olía un poco. Luego nos explicó que eso se debía a que aún no había defecado, pero poco faltaba. Me alegro de no tener mi habitación cerca.
Destacar también a Kiko, el más bocas de todos y lento comiendo. Tarda un lustro entero para comer, no es normal. Pues estaba yo sentado en la mesa de al lado y vi que él seguía comiendo mientras los otros tres esperaban aburridos. Al de cinco minutos se levantan todos a la vez y se piran y les salta Kiko: “¿Eh? ¡Qué aún no he acabado! Que eso es una falta de educación” jaja que gracia, procuraré no ponerme con él en el comedor.
También hay uno al que le llaman “El Sordo”. Algunas veces está sordo y otras no, es raro. Algunos dicen que sólo oye lo que quiere oír. Pues un día Javi y yo nos sentamos con él en el comedor. Estamos hablando y tal y Javi le pregunta:
-Oye, ¿Y qué estudias?
-De Zamora – contesta.
-Ah, vale – le dice Javi, nos miramos y nos reímos. Luego viene el claretiano y saluda al sordo y estos empiezan a hablar como personas normales, es decir, que el sordo entendía TODO lo que él decía a la perfección. Tras una breve charla el claretiano se va y continuamos comiendo. Javi le vuelve a preguntar:
-Oye, y… ¿qué estudias?
-Nooo, de Asturias no, de Zamora.
Menudo descojono con el sordo.
Otra cosa que me hizo mucha gracia fue que estábamos en el rellano de las escaleras y vino un chaval que es de tez muy morena y con coleta, vamos, que parecía un indio. Pues pasó frente a nosotros y nada más pasar, Javi el gallego (no el de derecho) empieza a bailar como un indio. Estuve varios minutos con un ataque de risa bastante serio. Después de eso nos reímos más, mucho más. Javi, el de derecho, nos enseñó la foto de un amigo suyo. Feo... a no poder más. Nos partíamos la caja, y aún nos reímos cuando vemos la foto.
Por último hay un tipo que es un jugador de mus experto que juega con unas reglas superexpertas y complejas que nadie entiende del todo. Y nos contaron que el otro día le estuvieron gritando por la calle: Arturo, Arturo, Arturo rabo duro. Así todo el rato por la calle mientras le seguían. La gente debía flipar, bueno, sobretodo él. Solemos oír esa frase algunas veces cuando alguien la vocea por la ventana. Es de noche, está todo en silencio y de repente se oye por el patio: “Arturo, Arturo, Arturo rabo duro” jaja, aunque ahora se oye más: “¡¡Puta mierdaaaaa!!”. Locuras de mentes trastornadas... ¡¡Jodeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeer!!
En resumen: nos lo estamos pasando pipa en esta residencia y gracias a ellos siempre tendré una historia amena que contar. Bueno, amena no que ya cerró, mejor: Siempre tendré una historia movistar que contar.
Os dejo con una canción que me encanta titulada House of Rising Sun, aunque para que tuviese algo de sentido con el post debería titularse House of Rising Mad, o algo por el estilo. O simplemente Resident Evil... Esto por la mañana... todos como zombies.
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